La rebelión de las máquinas

Llevaba unos 20 minutos escribiendo un post en Blogger, era muy bueno, venía el sentido de la vida, ¡resuelto por fin, amigos! Hablaba de qué hemos venido a hacer a este mundo, de dónde venimos y a dónde vamos, la verdad sobre Jesucristo y los dinosaurios, el asesinato de Kennedy, lo del hombre pisando la luna (¡já!) y qué señor chiquitito se escondía en el asiento del piloto para simular que Kitt conducía solo... Venían todas las respuestas. Pero Blogger impuso su dictadura del terror. Otra vez. Y van... (Matt, compadre, si estás apuntando al que diseñó eso de que cuando seleccionas todo el texto te lo desintegra automáticamente, dispárale. I want him down!)