El magazine para los hombres neo

Pero qué abandonado tengo éste blog... Ay, madre... Bueno, ya le daremos vida en breve. De momento, hablaré de esto. Ya hablé en el pasado de la web donde escribo articulillos (NeoManZine). No hablé en muy buenos términos de ella... en fin, a nadie le gusta que NO le paguen por su trabajo, ¿verdad? Pero la cuestión es que, no sé porqué, quiero que a la peich le vaya bien. Mi compi es una tía guay que también pretende lo mismo. A ver si subimos las visitillas y eso. A los tíos les puede gustar más: hay muuuuuuuchas fotos de tías guapas (en la sección Chicas Neo y en mis artículos especialmente).

Acabo de escribir una cosilla sobre "Grindhouse", la peli que era una peli doble de Tarantino y Robert Rodríguez, que finalmente se estrenará como dos pelis distintas... En fin, si queréis saber más del tema, leed el artículo. Y si me hacéis el favor, visitad la página de tanto en cuanto. Algún artículo interesante caerá. Buscad en la sección "Vida Neo" los firmados por María F. Esa chica escribe very good. Un abrazo.

Para Don Excelentísimo

Éstas fotos (cuyo escaneo ha quedado un poco chabacano, o chano, o "chona" -como diría un amigo de la gran Marietilla de España-) las hice el verano pasado... Cómo pasa el tiempo... en un par de meses se cumplirá un año desde que estuve en Nueva York. Sólo me han pasado cosas buenas desde entonces. Esperemos que cuando se cumpla el año no se rompa la racha... Ay, cómo temo la llegada del mal... Siempre obsesionado con que lo bueno se acabe porque siempre tiene que acabarse...

Bueno, centrémonos en las fotos. Son las de la cafetería-restaurante "Tom´s Restaurant" situado en la calle 120 o 120 tantas al Este de Nueva York. Estaba cerca de mi hotel cutre de ratas (West Inn New York, ¿o era West Inn Hotel?), que estaba en la 107 East Street, así que andando un par de calles para arriba me topé con él y dije "¡Guau, el bar de Seinfeld!". Entré y dentro sólo había un gran retrato de Kramer (aquel que apareció una vez en un capítulo de la serie), el resto era un poquito deprimente. No era como la serie, claro.

Dedicadas a ti, Don Excelentísimo, grande entre los grandes.

Promoción gratis by the face

Chaplin es un crack, es un jugón. Hoy dan con El Mundo un DVD llamado "Charlie: Vida y obra de Charles Chaplin" dirigida por un señor llamado Richard Schickel que ha entrevistado a Woody Allen, Scorsese, Johnny Depp (¿eh, Lois?), Robert Downey Jr. y más gente. Hay escenas de sus pelis, ensayos y demás historias. Y todo esto es gratis, por un eurito con vuestro periódico conspiranoico favorito. ¿Quién me paga a mí esta publi? ¡Ah! Y otra publi by the face: en Fnac si llevas tu entrada de cine te descuentan 5 euros en cualquier peli en DVD que cueste más de 12 euros... también te hacen un descuentito de 5 euritos si llevas el cuponcito que dan todos los días en el (buen) diario gratuito ADN. No, pillines, no podéis sumar los dos descuentos y llevaros la peli por dos euros. Si es que os dan la mano y os cogéis el brazo entero... Sois gentuza.

Estatuas del amor

Mi jefe tiene una sana (y jachonda) costumbre, que es la de ponerle portada a todos los guiones que escribimos. En todos los programas en los que está. Así que usamos mucho el Google Imágenes. Antes del Google Imágenes no sé cómo las haría, debo preguntarle. La cosa es buscar una foto absurda-llamativa-freak cualquiera (y totalmente random) para luego añadirle un pie de foto divertido y que tenga que ver con el programa. Bueno, andaba yo buscando fotos para la portada (con las claves "Funny People" o "Weird faces" o cosas asín) cuando he encontrado una página de "esculturas curiosas del mundo" (pinchad y os teletransportaréis allí).

Ésta página me ha hecho recordar un pensamiento que tuve en Lisboa: que yo votaría sin dudarlo a un tipo que construyera una estatua de unos umpa-lumpa en pleno centro de Madrid. Si Gallardón construyera la primera estatua del mundo dedicada a unos umpa-lumpa removiendo chocolate y la colocara, qué sé yo, en la Plaza de los Cubos, tendría mi voto infinito. Esto es aplicable a cualquier estatua cachonda y absurda que se os ocurra. Es decir, ¿por qué las estatuas tienen que ser solemnes o -SÓLO- sobre escritores, políticos o gente importante? Muchos pensarían que a un cenutrio que se gasta los impuestos de la gente en estupideces no le votarían jamás... pero yo creo que habría que darle un puntito divertido a la política y a las decisiones que toman los alcaldes. ¿Mejorar las condiciones de vida? Por supuesto. Pero, ¿hay algo más aburrido que las obras? No. Vemos los resultados muy tarde. Y no son resultados divertidos, sólo son útiles.

A mí me encantaría mezclar la funcionalidad con la banalidad absoluta. Admitámoslo, en todas las guías de viaje resaltarían cosas como "es la única ciudad del mundo que tiene una estatua dedicada a los churros con chocolate"... ¿No hay toros en Wall Street y vacas de colores por todo el mundo? Pues sigamos esa senda absurda y decoremos el mundo sin sentido... Bueno, a medida que escribo esto me parece una estupidez muy grande. Quizá no votara tanto a un político que se gastara mi dinero en ponerle una estatua a Pamela Anderson en Plaza de Castilla... o quizá sí, no sé. Depende un poco de mi estado de ánimo. Pero la mayoría de días aplaudiría esa decisión. Creo. La foto del señor que estampa su cabeza en un edificio la ví in person en Los Ángeles cuando viajé allí hace años, mi hermana y yo la grabamos en vídeo y para describirla usamos la frase de Speed: "-¿Qué le ha pasado a ese tipo? -... Perdió la cabeza". Es que somos muy del cine.

How you doin´?

Ayer ví el primer episodio (doble, de 42 minutos) de la segunda temporada de "Joey", que fue cancelada hace un año más o menos. Y me gustó muchísimo. Bueno, la primera mitad, me pareció una gran sitcom. La segunda mitad era un poco más aburrida... la cuestión es que me gustó mucho lo que ví, en ésta gran web de la que ya os hablé. Aparte de eso, es que quería que me gustara, ¡se trata de Joey! El tipo que se mete un pavo en la cabeza, que se pone toda la ropa de la otra persona una prenda sobre otra a la vez en el cuerpo porque eso es lo contrario de no llevar calzoncillos, el tipo que duerme con un pingüino con gafas de sol llamado Abrazín... ¿¿Qué fue mal con Joey?? Surgieron muchas voces diciendo que era el personaje más débil de los seis "Friends" o que sin sus friends alrededor no era tan gracioso... Paparruchas, digo yo. Me parece que Joey era el personaje más explotable para un spin-off de la mejor telecomedia de la historia (lo de mejor sitcom in History digo yo y lo dice By The Way).

Es una pena (o a mi me la da, pena televisiva) que durara dos añitos y no la viera ni el tato. Yo me la voy a ver entera en ya sabéis qué web. Me encanta la chica de la serie, Andrea Anders (he tenido que buscar el nombre en TV.com), una especie de Meg Ryan de sitcom, inocente y comicastra. Me resulta entrañable, aunque es cierto que entre ella y Joey no saltan chispas precisamente. El personaje del sobrino empollón parecía una buena idea (contrastar a un cerebrito torpe con las chicas con un cenutrio que se las lleva a todas de calle), y el actor no me parece malo, pero sencillamente no funciona. Es por ello que crearon un nuevo personaje para la segunda temporada que hiciera un poco el papel de "amigo de Joey", alguien a su mismo nivel vital, que le diera réplica y tal... El actor elegido no me cae bien. Es más, le odio. Y es feo. Las otras dos chicas del reparto me parecen maravillosas, unas cracks del humor y del amor... pero si sigo escribiendo no dejaré nada para ese fanzine tan bonito hecho en un castillo de Malta por señores muy pequeñitos.

Lo dicho, que me da pena que "Joey" se hundiera en el fango ante la falta de interés de todo el mundo, el mío incluído, que no la he visto ni una sola vez en Cuatro (que la echaba a horas muy raras, todo hay que decirlo). Ahora a ver si pillo "Studio 60" con el mítico Matthew Perry... no estoy seguro de si han cancelado o no la serie. Debo consultar mis güebs televisivas de confianza. Bueno, Joey, gracias por esa Second Season Premiere tan jachonda.

Brendita Walsh y Marietilla

Debo recomendaros los blogs de dos mujeres del amor. Brendita Walsh, la Mari, escribe sus cosas en su blog, a veces las entiendo, a veces no. Siempre son interesantes. Poco a poco vamos recuperando el contacto, Brendita. Me encantó lo que me mandaste para el fanzine de Sensa. Ya sabes que yo siempre quise editar tantos periódicos como Brandon. El otro blog que os recomiendo es el de Marietilla, que tiene muchas cositas que contar sobre los actores, la vida y el amor. Me fascina su amor por los actores. Es bueno que la gente ame cosas. Yo amo a mi mamá. Y éste vídeo que cuelgo aquí, me puso la canción Lois en el Fnac de Lisboa. Había olvidado cuánto me gustaba. The song and the video.

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En un momento de enajenación (que creí lucidez) definí Lisboa como “una mezcla de Notting Hill y Vallecas”. Se lo dije a Lois caminando por las cuestas-fashion de ese “Chueca en el Bronx” que es, o lo parece, la Alfama. Una vez más, erré. Me quedé en la superficie, como tantas veces me pasa. Repasando las fotos de Lisboa (he hecho 152) me he dado cuenta de que Lisboa es una ciudad muy interesante. No es monumental (como bien ha definido mi jefa a París), no es deslumbrante como Nueva York, no es preciosa... pero es un viaje recomendable. Lisboa es una ciudad curiosa, intrigante y con personalidad. Ésta es la entrada número 100 de mi blog, que tenía muy abandonado últimamente. Voy a hablar de Lisboa.

El viaje en Vueling fue impecable. Tanto la ida como la vuelta. Son puntuales como relojes suizos, te revisan la documentación a la velocidad de la luz, te ponen capítulos de Friends en el vuelo, te regalan la Cinemanía y la Rolling Stone y rematan con un caramelito. Amigos, viajad con Vueling. Además, tienen una revista “cool-fashion” llamada “Ling” cuyo número dos me ha gustado bastante, tanto en contenido como en diseño. Busco el número uno: amigos viajeros, cededme el number one de dicha revista. Y el precio, espectacular. Bate claramente a Ryanair. Al menos, esta es mi experiencia.

Nuestro gran temor antes de poner los piececillos en Lisboa era la lluvia y este tiempo tan ajetreado. Si consultabas Yahoo te decían que iba a diluviar, pero en Terra decían que soleado y con pajarillos cantando... Acertó Yahoo. Diluvió mucho y muchas veces durante los tres días, con especial saña el tercero, cuando estábamos en Sintra recorriendo el Palacio de Pena (con unos churretones –el diccionario dice que existe “churrete” pero no churretón- que daba mieditorrrl verlos). Al llegar, afortunadamente, hacía un sol que daba gusto verlo. Eran las 9 y pico del lunes y teníamos tres días enteros para recorrer “la ciudad de la luz”. Nuestra planificación fue pésima: los lunes cierran todos los monumentos y museos, el martes era fiesta y cerraban hasta los cielos... y el miércoles era el único día que abrían lo que nos interesaba de Sintra. Para rematar, nuestro excesivamente moreno recepcionista del hotel Dom Manuel I (al que cariñosamente apodamos “Don Manuel Ruiz de Lopera”, al hotel, no al recepcionista) nos dijo que estaba “seguro” de que el martes abrían todos los museos y monumentos. Como la señora de la oficina de turismo del aeropuerto nos dijo lo contrario, quisimos asegurarnos. “¿Pero está seguro?”. Él: “Absolutamente”. Cabrón.

La habitación del hotel era muy mona y muy amartelada. Vamos, lo básico, pero con un baño completito y muchos canales en la tele. A mí con perchas en el armario ya me ganan, porque me estado en cada pensión que... Además, el día dos nos pusieron frutitas y agua así, by the face. ¿Fruta gratis? You got me.

Centrémonos ya en Lisboa: es muy curiosa, un viaje en el que descubres cosas que no te dejan boquiabierto pero que no puedes dejar de inmortalizar con tu cámara (yo opté en repetidas ocaciones por el ángulo “Loida haciendo foto a Monumento X” para tener dos monumentos en uno en mis fotos, you know what I mean). Me gustó mucho la Baixa o Barrio Bajo, que está como en un llano entre las colinas que son la Alfama y el Barrio Alto. La Baixa es como el “Downtown” de la ciudad, cierto cosmopolitismo y mucho monumento más o menos chulo. La avenida Marqués de Pombal todo para abajo hasta llegar a la Plaza del Comercio es un bonito paseo. Los elevadores son muy curiosos, te suben hasta una de las dos colinas si te quieres evitar el paseíto. Usamos el Elevador de Santa Justa para obtener unas magníficas vistas de Lisboa.

Belem es muy bonito, es el cuarto barrio de Lisboa, el más alejado de todos. Vimos muchos sitios guays allí, el Monumento a los descubridores, la Torre de Belem (donde la fotógrafa de parejas se ofreció a una nueva pareja, ella dice que se lo pidieron ellos, pero no puedo asegurarlo), el Monasterio de los Jerónimos (la Iglesia en sí estaba abierta) y, por supuesto, la Pastelería Belem, donde tomamos los obligatorios pastelillos. Es la cafetería más grande del mundo, jamás ví tantos salones.
El Castillo de San Jorge es otro éxito, muy bello y amartelado. Lo malo es que empezó a caer una buena y nos refugiamos en las tiendas de regalos cercanos. Somos muy de regalar (bueno, más Lois, que se dejó una pasta). El Castillo, o lo que queda de él (o lo que estaba abierto, better said), es bello y ofrecía bellas vistas. Lisboa ofrece bellos horizontes casi desde cualquier sitio.

Y Sintra... es un pueblo muy bonito, ciertamente. Aunque hizo el peor tiempo de la historia. O casi. Ya retomaré esto en un futuro, cuando encuentre más tiempo o cosas olvidadas. Resumiendo antes de incluir un par de apartados finales: ciudad curiosa, muy bonita a veces, nada bonita otras, recorrible en dos días intensos. Un viaje que quise hacer en el pasado y que debí cancelar perdiendo todo el dinero; ahora lo he hecho con la mejor compañía imaginable.

Detalles: En McDonald´s Lisboa venden McSopas y unas hamburguesas exactamente iguales a las nuestras. Eso sí, eché en falta las patatas deluxe. The Palmer comparte mi amor por las patatas deluxe. Los portugueses son amables y simpáticos. Además, su acento es entrañable. Amémoslos. Reunificación ya. Portuspaña. Los restaurantes son baratos, y todas las tiendas en general lo son. Me encantaron los tranvías, jamás había montado en uno. Son divertidos. Lo son. Vimos una tienda Adidas super fashion super Chueca. No vimos ni escuchamos un solo fado, y eso que los dos queríamos vivir el espectáculo antes de ir. El metro de Lisboa mola, con tan pocas líneas, los transbordos duran unos 20 segundos, quizá menos. Un éxito. En los desayunos teníamos buffet libre en el Ruiz de Lopera, y arrasamos. Como dijo Joey “ahora es cuando empiezo a recuperar mi dinero”. Cereales, zumo, cola cao, fiambre, galletas y bollos como para echarnos luego la siesta (no lo hicimos). La comida en restaurantes no me gustó demasiado, el bacalao con huevo, patatas y cebolla estaba... muy normal. Y muy aceitoso. Mejor los bollos y los cafés. Muy rica y barata la pizzaca que me metí entre pecho y espalda la última noche.

Los bollos y los cafeses: Absolutamente deliciosos los bollos y los cafés lisboetas. Ésta gente es muy del café y del bollo. Eso es positivo. Jamás probé un capuccino más rico que el que probé en no sé qué café de una de sus plazas (diría el nombre de la plaza y el del barrio, pero mi memoria apesta y le he dejado mi guía de El País-Aguilar a Lois para que le ponga nombre y localización a sus fotos, así que...). Lo curioso de sus bollos es que son raros e inidentificables. No responden a ningún modelo o forma conocida, así que en cierto modo cada bollo es una moneda al aire. A mí me salió mal al primer intento, me pedí una cosa parecida a los célebres pasteles de Belem pero más grande... resultó ser una tortilla francesa con azúcar por encima que casi me dio arcadas. Observé posteriormente un afecto desmedido del lisboeta por las tortillas francesas, omelettes o huevos revueltos. Vaya mi más sonoro “¡puaj!” desde aquí.