
No llego. Duermo poco, mal y tarde. Y no llego. Tengo una columna de periódicos que llega hasta el techo, una pila de revistas, montones de recortes, DVD´s por abrir, secciones del trabajo que terminar en casa. Y no llego. ¿Cómo es posible que cada noche a las doce me vea en la misma situación? Es un atrapado en el tiempo hardcore. Y no puedo escapar de él. Pero sí del sueño, y no quiero. Porque no llego. Porque quiero vivir y despegar mi culo de la silla, que ya se habrá quedado plano, sólo habrá que darle una manita de barniz y tenemos un estupendo reposavasos y/o encimera, oiga. Estoy hasta los huevos. Llevo 3 meses en mi nuevo trabajo y no es la tierra prometida que yo mismo me prometí. Promesas promesas... Promesas que no llegan. Y personas que no llegan, como yo. Que no llego. Duermo una media de 4/5 horas al día, y sólo quiero que la semana acabe para dormir. No disfruto lo que hago cuando debería hacerlo. Me agobia todo lo que debo escribir: un informe de esto, veinte artículos de lo otro, un sketch de aquello otro... Y lo peor es que todo es de una calidad media-baja (iba a decir mediocre, pero creo que está un peldaño por encima de lo mediocre, sólo uno, pero por encima). Y no llego. No llego a los chistes, no llego a mi sueño, no llego a mi casa, no llego a mi tiempo libre. No llego a nada. No quería que se convirtiera en un problema, pero lo es. Pequeñito y controlable, pero es una china que no puedo sacarme del zapato. Y está ahí todos los días y a todas horas. Y esas cosas no te matan, ni muchísimo menos, pero joden y martillean. No llego, y lo peor es que es culpa mía... pero no tengo tiempo de pensarlo mucho, de cambiar hábitos o de alterar demasiado las cosas. Sólo puedo pegar el culo a la silla y escribir cualquier otra cosa. Si fuera Woody Allen me parecería estupendo. O Kevin Smith, con Kevin Smith me conformo. Estoy hartito. Todo esto es relativo: a las cuatro de la mañana es un infierno emocional, y a las dos del mediodía sólo pienso en irme a casa, ver la tele y comer. No hago nada para mí mismo, nada disfrutable, espontáneo, divertido o sólo por darme el gusto. Todo es caca. Y lo peor es que quiero que Lois se lo pase bien y la llevo a ver la peor obra de teatro que he visto en mi vida (he visto pocas pero ésta es demencial, 36 euros a la basura y, lo que es peor, dos horas de mi vida y dos horas de la suya). Que llegue el jueves ya. Quiero dormir. Recordatorio para ti mismo: deja de releer lo que has publicado y ponte a trabajar. (La obra se llama La mujer de Negro y se representa en el Teatro Infanta Isabel, recomendadsela a vuestros peores enemigos).