viernes, 12 de enero de 2007

Me llamaban Don Cristal

¿Era así la frase de Samuel L. Jackson en "El Protegido"? Sea como fuere, vayamos al tema: ayer comí garbanzos con cristales. Ése es el titular. Ahora vayamos con el cuerpo de la noticia. Llevaba yo varios días comiendo a base de sandwiches (es lo que tiene querer comer muy deprisa y preparar la comida igualmente deprisa) y me dije: "El frotar se va a acabar" (en realidad me dije "hoy come algo diferente", cuando pienso no utilizo metáforas). Había visto una receta sancillísima en una revista y me propuse llevarla a la práctica: ensalada de garbanzos con queso mozzarella y tomatitos cherry. Hmmmmm... (ya hablaremos otro día de llevar el concepto "cherry" a otros alimentos, ahí hay un mundo de posibilidades). Fuí al Alcampo más cercano de mi casa y me compré un paquetito de tomates cherry, otro de mozzarella (el segundo más barato que había) y un zumo de naranja natural marca Alcampo (el primero más barato... así que no será muy "natural"... me da igual, me da asco la pulpa... me encantan los puntos suspensivos...). No compré garbanzos porque ya tenía en casa. Un frasquito similar al de la foto, garbanzos ya cocidos. Intenté abrir el tarro, forcé la tapa, le dí golpecitos en la base (se supone que eso le quita el aire o... yo que sé, es una de esas cosas "que se hacen", como darle un par de yoyas al vídeo cuando hace cosas raras)... IMPOSIBLE. Esos garbanzos se me resistían hiciera lo que hiciera. Hasta recurrí al mágico trapo de cocina que todo lo abre (Fronki hizo un gran monólogo sobre esto), pero no había manera. Lo sé, lo sé, ¿el hombre de acero, incapaz de abrir un maldito frasco garbancero? (you see that? he hecho un pareado, será el taller de literatura, que ya obra efectos milagrosos en mí...). Tomé la decisión que habría tomado cualquier persona sensata en mi situación: destrozar el frasco garbancero con un martillo. Sí, amigos. Pero no un martillo cualquiera, no. El tío abuelo de mi padre era el herrero del pueblo (Ferreirola, La Alpujarra, Granada). Y en la planta baja de su casa tenía su "taller" y/o herrería. Allí había de todo: tijeras de todos los tamaños para podar las malas hierbas, pinzas, tuercas, tornillos, mazas, yunques... y, sí, lo habéis adivinado, martillos. Uno en concreto. El que usé para ajusticiar a los garbanzos. Pensé en Ben Affleck cuando en Armageddon dice su mejor frase: "¡Te enseñaré cómo hacemos las cosas en mi país!"... Cogí el martillo y al grito de "¡Morid, garbanzos, morid!" martilleé el frasco con ira y fuego (Maximus way) y allí se montó un pifostio importante. Salvé todos los garbanzos no contaminados por cristales y tiré los "infectados" a la basura. No es un proceso muy clínico pero, bueno, la ensalada era sólo para mí. Y aparté tooooodos los cristalitos y sólo eché en la ensalada aquellos que ni siquiera hubieran rozado los cristales.

Comiendo la ensalada me comí un cristalito... luego otro más... y, joder, me dí cuenta de que había hecho una ensalada de garbanzos, mozzarella, tomatitos cherry y cristales. Mascar cristal es desagradable. Acabé tirando la ensalada pero esas cinco o seis "ganchadas" (palabra de Jorge Lara) que me llevé a la boca cargadas de cristalitos, ¿me afectarán de alguna manera? Hasta el momento, sólo se ha demostrado que me afecte la kryptonita pero...

10 comentarios:

marta en parís dijo...

Ja ja ja... no puede ser que hayas utilizado un martillo! Me hubiese gustado que retratases el momento y así poder iniciar un nuevo concurso de los míos... Necesitas esto:

http://www.bbmultiarticles.com/graficos/235.jpeg

Anónimo dijo...

Jeje... Me he sentido plenamente identificada con esta entrada. Te seguiré leyendo. Cada vez que me guste voto.

perla dijo...

no hubiera sido más fácil coger un puñao de garbanzos normales y cocerlos en la olla express? digo yo ... XDDDDD

Fedush dijo...

Que buen blog. Te recomiendo agua caliente para aflojar la tapa del frasco. Te visitaré más seguido.
Si te gusta mi blog, vótame para los Premios 20 Blog: http://fedush.blogspot.com . Un saludo

Maximus dijo...

Mi consejo inútil de hoy es utilizar el mango de una cucharilla de postre para hacer palanca en la tapa del frasco. Eso provocará la entrada de aire y facilitará su apertura. Si no funciona, forzar la tapa hasta doblarla. Eso la dejará inutilizable, pero habremos abierto el frasco. Si tampoco funciona, utilizar martillo. Es infalible.

¿Rockeaste ayer?

Anónimo dijo...

¿pero cómo estás tan loco? los cristales aunque sean pequeños pueden hacerte heridas en el estómago en los intestinos. yo antes paso hambre que comer cristales :(

Anónimo dijo...

Joer, Marta, qué miedo me has metido en el cuerpo... pero soy el hombre de acero, el acero puede al cristal.
-CK

Anónimo dijo...

este post me lo tomaré como un homenaje a Nokia-man, son garbanzos... catalanes! por cierto,te manda saludos

ciudadfitopaez dijo...

muy bueno
te he votado en humor
puedes votarme si os gusta mi weblog

Unknown dijo...

otro truco muy bueno, que a mi me funciona y soy una floja, es dar pequeños golpecitos al rededor de la tapa (y no en la base como muchos creen...)y ya esta, lo abres todo.
Besitos