
"El dólar, más que una divisa, constituye una unidad absoluta del valor: carnal o espiritual, físico o metafísico, táctil o intangible, estético o sexual. A diferencia de la estimación española del producto sexual que hace decir que ese tío o esa tía están como un pan, como un tren o como un queso, en Estados Unidos la tasación se expresa diciendo que esa mujer, por ejemplo, es tan apetitosa como un millón de dólares. El filme Una proposición indecente actuaba reproduciendo realmente, literalmente, en un millón de dólares ese lenguaje de la superestimación.
Todo lo mejor es más o menos semejante a un millón de dólares porque tal bolsa encierra la sustancia de la felicidad común, la piedra filosofal transmutada en moneda. O, viceversa: la felicidad acuñada en ese billete, presidido por Dios."
2 comentarios:
Dinero, dinero, vil metal... Pues yo estoy más bueno que una caña de chocolate. y soy de pata negra. Vivi lo ibérico!!!!
Joder, más bueno que una caña de chocolate, eso es estar muy bueno. Dios, qué ganas de una caña de chocolate... ¿es lo mismo caña de chocolate que triángulo de chocolate? Vale, no es lo mismo. Triángulo de chocolate (¿cuña?) relleno de crema. Que Dios le bendiga.
-CK
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